“Exterminio: la evolución”, mucho viaje del héroe, cero infectados

Tras años y años de espera, finalmente estrenó “28 Years Later”, que, haciendo honor a su título en español (“Exterminio: la evolución”), presenta cambios radicales en su trama, su concepto y su producción. Así, Danny Boyle nos trae una nueva ola de infectados que se han transformado en algo más, algo muy diferente a lo que quizá esperábamos ver y que, por ende, algunos amarán, pero, la mayoría, seguramente odiará.

Luego de 28 años del brote original del virus de la rabia, los supervivientes del Reino Unido han quedado aislados del mundo, aprendiendo a construir una nueva sociedad en medio del brote. Cuando parecen tener todo bajo control, el virus demostrará su capacidad de adaptarse y evolucionar, llevando a los sobrevivientes a una nueva guerra que no se limitará a sus fortalezas y destrezas físicas, sino, también, filosóficas y  morales.

Hay que decirlo desde el inicio: “28 Years Later” es completamente diferente a sus dos antecesoras, por lo que, quien espere ver aquí una mera cinta de terror y acción, saldrá totalmente decepcionado. En cambio, quien busque un nuevo inicio, con una propuesta diferente y alocada al estilo de Danny Boyle, encontrará una de las cintas más satisfactorias del año.

Para aquellos que esperen ver una trama de infectados (¡que no son zombies!), “Exterminio: la evolución” les dará 30 gloriosos minutos de suspenso, acción y emoción en una aventura de padre-hijo (Aaron Taylor-Johnson y AlfieWilliams) llena de momentos tensos y adrenalínicos al enfrentar a una nueva estirpe de rabiosos. Fuera de esa media hora, no esperan encontrar nada similar otra vez durante el resto de la trama.

En cambio, la siguiente hora y media, para lo que muchos será un producto aburrido y decepcionante, para otros será, quizá, el más hermoso, emotivo y cautivador “viaje del héroe” que el género de acción-terror nos ha entregado en varios años. Esto, a través de personajes interesantísimos como el de un misterioso doctor (Ralph Fiennes), una madre abnegada y enferma (Jodie Comer) y el ya mencionado hijo, nos entregan una aventura llena de descubrimiento, transformación y sacrificio.

Y es que, al final, “28 Years Later” no es una película de terror, ni siquiera de infectados; es, mejor dicho, un ejercicio casi filosófico sobre la vida, la muerte y el desprendimiento de aquello que nos impide evolucionar. Si bien es una tercera parte que se aleja totalmente del terror que Boyle nos propuso en “28 Days Later” y de la acción que Juan Carlos Fresnadillo nos mostró en “28 Weeks Later”, sí resulta ser la entrega más profunda, contemplativa e interesante en fondo y forma de las tres.

Y, por si fuera poco, los últimos minutos de esta secuela le bastaron para convertirse en la pieza más bizarra y extraña de la actual trilogía, pues, los personajes y las acciones vistas en los momentos finales, nos auguran que la siguiente película (“28 Years Later: The Bone Temple”) podría ser un producto tan alocado y extraño más propio del estilo de Robert Rodríguez y de Quentin Tarantino que de Danny Boyle.

Mira el trailer aquí: